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Doblaje profesional

doblaje profesional

El doblaje profesional en España es una profesión de las mejor valoradas y tiene un nivel de calidad que se alcanza en pocos países. En este artículo hablamos sobre el doblaje profesional, cuándo llegó a España y cómo vemos su futuro. Por cierto, si buscas profesionales del doblaje puedes contactar aquí con nosotros y podremos ofrecerte doblaje profesional en todos los idiomas.

Doblaje profesional: orígenes

La necesidad de doblaje profesional comienza con las películas habladas, que empiezan a producirse en los años 20 del siglo pasado. La mayor parte de los países rechazaron proyectar estas películas, porque los espectadores no hablaban el idioma original de los actores. El cine mudo era universal, pero con la llegada del sonido las cosas cambiaron. Surgió entonces la llamada “doble versión”. Consistía en rodar la misma película en diferentes lenguajes, aprovechando los mismos decorados y, en ocasiones, hasta los mismos actores. Pioneras de la doble versión fueron la Fox y la Metro-Goldwyn-Mayer. Pero rodar las mismas películas en diferentes lenguajes suponía un coste muy alto y a finales de los años 20, con la crisis económica, se pone punto final a la doble versión. La invención del doblaje profesional se atribuye a Edwin Hopkins y a Jacob Karol, en el año 1928, con la película «The Flyer».

Cómo fueron los comienzos del doblaje profesional en España

La primera película doblada al español que se estrenó en España fue “Desamparados”, doblada en 1931 y estrenada en el cine Coliseum de Madrid. Paradójicamente se dobló en Francia. En 1931, en Barcelona, surge el primer estudio de doblaje profesional de España: los estudios Trilla-La Riva. En 1935 ya existían cuatro estudios de doblaje profesional: tres en Barcelona (Metro-Goldwyn-Mayer, Acustic S.A. y Voz de España) y uno en Madrid (Fono España S.A.).

El doblaje de cine clásico: «Lo que el viento se llevó»

En 1947 se llevó a cabo el que, a día de hoy, es considerado como el más importante doblaje español de la historia: “Lo que el viento se llevó” (1939). Se realizó en los estudios de la Metro-Goldwyn-Mayer y la técnica aplicada marcó la línea a seguir por el resto de los estudios de doblaje profesional. Los actores principales, Vivien Leigh (Escarlata O’Hara) y Clark Gable (Rhett Butler), fueron doblados por dos maravillosos actores de doblaje clásicos: Elsa Fábregas y Rafael Luis Calvo.

Cómo se usó el doblaje profesional para censurar películas

Después de la Guerra Civil se promulga la orden del 23 de abril de 1941, donde queda prohibida la proyección cinematográfica en otro idioma que no sea el español. El doblaje debe hacerse en estudios españoles en territorio nacional y con personal español. El doblaje profesional, en esta etapa, se transforma en un instrumento de manipulación y de control ideológico. La censura no se conforma con aniquilar metros y metros de algunos largometrajes, también modifica las conversaciones según le interesa. Un claro ejemplo lo tenemos en “Arco de triunfo” (Lewis Milestone, 1947). A Ingrid Bergman le preguntan si el caballero que la sigue es su marido. Ella hace un gesto de negación explícito con la cabeza, pero sus labios profieren un “sí” en la edición doblada al español.

El doblaje de las series de TV

En los 60, llegan las series de televisión estadounidenses a España. Hasta este momento, todas estas series se doblaban en América del sur. La primera serie de éxito fue Perry Mason y su doblaje tenía un claro acento portorriqueño. Las series americanas en España no se doblaron hasta principios de los 70. Series como “La casa de la pradera”, con Manolo García dando voz  a Charles Ingalls y María Luisa Rubio a su mujer Caroline; o “Vacaciones en el mar”, con Julio Nuñez como el capitán Stubing, Manolo García como el Dr. Adam Bricker o Marisa Marco como Julie McCoy.

Años 80: El boom del doblaje profesional

En 1970 había 80 dobladores en España, en 1980 pasaron a ser 160 y en los 80 llega lo que se conoce como el boom del doblaje: la industria del vídeo se hace fuerte en España y empiezan las emisiones en canales de televisión autonómicos y privados. A partir del este momento el doblaje profesional se generaliza. El doblaje en España se convierte así en una cuestión cultural. El público español no quiere escuchar las películas y series en sus versiones originales, por lo que el doblaje profesional y sus actores y actrices se convierten en una parte más de nuestra cultura audiovisual. Esto ha llegado así hasta nuestros días.

Director de doblaje y ajustador

El director de doblaje es la figura imprescindible del doblaje profesional: coordina las grabaciones, elige actores y actrices de doblaje y supervisa los textos que le proporciona el “ajustador de textos”. El ajustador es otro rol importante, porque modifica los textos traducidos para que la voz cubra el movimiento de labios de los actores, pero sin perder el sentido del texto original. La mayoría de películas se interpretan en inglés, y es imposible sincronizar una traducción directa al español porque las oraciones suelen ser más largas que su original inglés. Las oraciones tienen que ser modificadas, pero hoy se hace sin alterar el sentido y la intención de la versión original. Si esto no se consigue el ajustador no está haciendo bien su trabajo.

El presente y el futuro del doblaje profesional

La aparición de plataformas como Netflix, Amazon Prime Video, HBO GO, etc. ha impulsado la creación de mucho contenido audiovisual nuevo, que es necesario doblar al español, y el sector de doblaje vuelve a vivir un momento dulce.

Pero la irrupción de Inteligencia Artificial viene a cambiar las cosas y anticipamos un futuro lleno de cambios y de nuevas posibilidades. Por ejemplo, la clonación de voz permite recuperar las voces de actores de doblaje clásicos y ya es posible completar el doblaje de escenas que, como comentamos al principio, se eliminaron por la censura. También, los actores originales pueden clonar su voz y  ser dirigidos, mediante nuevas tecnologías como el STS, por otros actores de doblaje en cada idioma. Éstos últimos serán elegidos únicamente por su capacidad de interpretación, y no importará que tengan un timbre distinto al original porque luego será sustituido. Una cosa es segura: el sector del doblaje profesional tampoco se va a aburrir.

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